
La moción de censura es una de las tres opciones posibles para acabar con la inestabilidad polÃtica del Ayuntamiento provocada por la salida del gobierno de los tres ediles de Vecinos Independientes. El alcalde también puede optar por presentar los presupuestos al pleno asociados a una moción de confianza. Según la Ley de Régimen Local, si a los 15 dÃas la oposición no ha conseguido pactar una moción de censura, entonces los presupuestos quedarán aprobados de manera automática. Este fue el camino que en el pasado mandato eligió el alcalde socialista de Nigrán, Manuel Rial Cadaval y que le permitió seguir, aunque en minorÃa, con unos presupuestos propios, porque la oposición no llegó a ponerse de acuerdo para hacer una censura.
Aunque es improbable, el regidor también podrÃa dimitir en vista de la falta de apoyos para llevar a cabo su proyecto polÃtico. En ese caso, se volverÃa al mismo punto de partida del dÃa después de las elecciones municipales. Los grupos tendrÃan que volver a negociar una nueva mayorÃa o dejar que gobierne la lista más votada.
Baiona funciona con unos presupuestos prorrogados desde el 2001 porque en julio de ese año el PP se pasó a la oposición y el alcalde Benigno RodrÃguez Quintas ya no fue capaz de aprobar un nuevo programa económico. La actual situación de inestabilidad con un gobierno en minorÃa formado por 7 ediles (5 del PSOE y 2 del BNG) no garantiza que esta situación se vaya a corregir. Actuar con unos presupuestos desfasados es negativo para el Ayuntamiento porque se gasta sin consignación presupuestaria, la institución pierde credibilidad ante sus proveedores y, como ya sucedió en los últimos años, se pierden subvenciones de otras administraciones públicas al no tener consignadas las aportaciones locales