Tras más de tres años de trabajo sobre la piedra, Quintas decidió ofrecer el monumento en recuerdo de "los humildes marineros de antes, los que se pasaban meses en el mar y, tristemente, se encontraban con hijos que no les reconocÃan al volver a casa". Por ello, se ha empleado a fondo en esta obra. "Escogà una piedra de cuatro toneladas en el monte y le dediqué todas las tardes de los domingos hasta ahora", explica.
El resultado es una estatua de dos metros y medio de altura tallada en piedra que representa a un hombre al acecho tras el timón. Su rostro anónimo da muestra de "la valentÃa frente a los golpes de mar, el sacrificio de una vida", comenta el "ferreiro".
La idea de dedicar su esfuerzo a los hombres del mar surgió casi por casualidad. Quintas ya habÃa dedicado monumentos a los cazadores, a la Guardia Civil, a escritores, además de escudos y piezas religiosas en distintos municipios de la zona. "Un dÃa estaba en el taller y mi amigo Manuel Cachelas, "o Pontevedra", me propuso hacerlo. Decidà hacer realidad su idea porque al fin y al cabo esta es una tierra de marineros", narra el autor.
Entre los motivos por los que el escultor quiso donar este monumento a Baiona se encuentra la falta de reconocimiento a los profesionales de la pesca que se retrasa un año, según Quintas. "La Corporación aprobó la colocación hace un año pero ha habido problemas", explica. Tras llegar a un acuerdo con el equipo de gobierno, el escultor espera que "la inauguración sea digna como se merecen los vecinos y pescadores de Baiona". La Corporación y el cabildo de la CofradÃa La Anunciada participarán en el acto de inauguración en el que el alcalde, Luis Carlos de la Peña, y el patrón mayor del pósito baionés, Jesús López, pronunciarán sus discursos.
Decenas de tallas y fundiciones "por amor al arte"
El Monumento al Mariñeiro forma parte de la larga lista de obras, tanto en piedra como hierro o fundición, que el "ferreiro" de SabarÃs ha realizado desde los años ochenta para ornamento público. El Monumento al Cazador de La Palma, el de la Guardia Civil del cuartel baionés, el de los cazadores de Belesar, decenas de escudos o el dedicado a Gonzalo Torrente Ballester en A Ramallosa son fruto de las miles de horas que Manuel Quintas ha dedicado cada domingo a esta afición "por amor al arte", como él mismo afirma. ...
En todo su trabajo tiene mucho que ver la "paciencia de Adelina González", su esposa, a la que el escultor quiere agradecer su apoyo a la hora de trabajar. El respaldo de los amigos resulta asimismo "fundamental" para Quintas