Dos jóvenes de Vigo mueren en un accidente de moto

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Varios testigos aseguran que intentaron hacer una pirueta tras «picarse» con otro conductor.

Conducían hacia Baiona en una Honda que se estrelló contra el muro de una casa.Emilio Rodríguez Suárez, de 25 años, y Romina Conde �lvarez, de 21, ambos naturales de Vigo, murieron ayer en Nigrán al estrellarse contra un muro la motocicleta en la que viajaban. Según varios testigos, que vieron el accidente desde una parada cercana en la que esperaban el autobús, los jóvenes se «picaron» con otro motorista, intentaron hacer una pirueta con su vehículo, una Honda con matrícula portuguesa 6676NB, y se estrellaron contra la pared de una casa en ruinas.

Aunque la policía local no quiso confirmar si el accidente se había debido a una imprudencia del motorista fallecido, lo cierto es que el siniestro se produjo al salir de un semáforo, en un tramo recto y sin aparente dificultad. Emilio Rodríguez murió casi en el acto, y su acompañante pocos minutos después.

El suceso tuvo lugar sobre las seis y cuarto de la tarde en la carretera comarcal que une Vigo con Baiona, a unos trescientos metros del Concello de Nigrán, en dirección al municipio baionés y cerca del cruce de Telleira. Al lugar de los hechos acudieron miembros del 061, del Grupo Municipal de Intervención Rápida de Protección Civil de Nigrán, de la policía local y de la Guardia Civil.

Autopsia

Los esfuerzos de los servicios médicos por reanimar a los jóvenes resultaron inútiles, a pesar de que, según algunos testigos, la joven aún se movía. Sus cuerpos fueron traslados por orden del juez al Hospital Nicolás Peña de Vigo, en donde está previsto que hoy se les practique la autopsia antes de su traslado al tanatorio de Vigo.

El accidente causó gran conmoción entre los numerosos transeúntes que se desplazaban por el lugar, al tratarse una carretera muy concurrida, sobre todo, los domingos.

El área metropolitana de Vigo está viviendo un año negro en lo que a accidentes graves de tráfico se refiere durante los fines de semana, la mayoría protagonizados por jóvenes cuyos desplazamientos, en gran parte de los casos, tiene como destino pubs y locales de marcha.

El más grave de esos siniestros ocurrió el pasado 22 de junio, cuando cuatro vecinos de Ponteareas de entre 17 y 22 años de edad perecieron ahogados al caer el vehículo en el que viajaban al río Tea. Sólo logró salvarse uno de los ocupantes, de 33 años de edad. Poco tiempo después, el 6 de julio, tuvo lugar otro accidente en la localidad de Arbo, en el que perdieron la vida tres personas, dos de ellas calcinadas en su coche.