Familiares de mujeres asesinadas en Vigo reclaman más medios policiales

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«Se ha repetido la historia». La frase de Rosa Neira, madre de Déborah Fernández, fallecida en el 2002 en circunstancias similares a las de Sara Alonso, reflejaba ayer el sentir de las decenas de personas que se concentraron en la calle Príncipe para expresar su repulsa contra el asesinato de la joven de 24 años. La manifestación convocada a golpe de mensajes de móvil reunió a un centenar de familiares y amigos de la fallecida, que descargaron su rabia reclamando más medios para que la policía pueda hacer su trabajo. Neira pidió a las autoridades que cambien y endurezcan las leyes para los delincuentes. Cree que tal como están en la actualidad, protegen más a los malhechores que a los ciudadanos honrados.