Hizo roscas por un canuto al soltar el humo de tabaco.
Los políticos, distendidos, hablan mal de los votantes.
Ahora, en el paro mismo; después, mismamente parado.
Imitamos al mono como si colara el disimulo.
Lo peor de no tener ide es que no te percatas.
Leo otro libro que ha valido la pena, a favor o en contra.
Uno espera del prójimo según la incosciencia o ingenuidad de aquel.
Si me pusies a hacer seguro que me salía un arítuclo.
La vase de la confianza es que la hayan acreditado.
Para un partido, los otros son impresentables; para el votante, todos.
El nacionalismo exacerbado tiene su origen en le vecino de piso.
La competencia laboral procede de un trasnochado estajanovismo.
No deja de sorprendernos quien se sorprenda.
Envío una mirada rápida al paisaje, antes de que me lo cambien.
Dejaron la caja sola, muerta de risa.
Llevo el móvil encima por si álguien quiere molestarme.
Cambio de médico por prescripción facultativa.
Frivolidad que se pretendiera nombra acedémico de la Lengua al chupa-chups.
Soy honrado, pero sólo a ratos, para mantener la media ponderada.
Me siento preocupado por la actitud de los demás.
Los filósofos piensan porque a eso se dedican.
La corrupción, entre que viene y que va, siempre está en el medio.
La crisis inmobiliaria no es, precisamente, edificante.
Imputarán al la intanta, si lo logran.
Un barco atraca, pero no como los bancos.
El héroe es un mártir vivo.
Nadie es culpable, sólo la discusión.
El inocente es que aún no lo han pillados.
Seamos inteligente sin programar.