Mono Sapiens XIV

Imprimir
Mono sapiens

A siempre vista obtienes una imagen adocenada del prójimo.
El chaleco no juega al póker, a no ser que tenga vicio.
Es usted muy guapa, a pesar de que no ser tan joven.
¡Qué monda de bebé, ése al que aún no has completado!
Me repito porque sólo tengo ideas fijas.
Digo cosas elementales que antes no lo eran.
El blanco de los ojos no es racista.


Yo debo rectificar para parecerme a usted.
En cuanto escampa, el paraguas está perdido.
No soy cantamañanas porque me levanto al anochecer.
Cuando me enfado conmigo mismo no sé si gano o pierdo.
Los casos puntuales de corrupción son islas con vocación de archipiélado.
Le pongo mirada fija al horizonte: allá.
Hay gente más lista que nosotros, pero le falta convicción.
Lo que me deves te lo tendré en cuenta.
El casco de la moto presume de calva.
Si quieres que te diga lo que piensao de tí tendré que pensarlo.
No me siento más que alguien que se crea más que yo.
La estupidez prolifera porque hay mucha competencia.
Una mujer en la ducha me sugiere bastante más que un hombre.
Estudié con los curas y a ellos no les pasó nada.
Claro que Pepe se echó otro novio: desde que lo dejaste, Manolo.
Le estimo a usted para no tener que explicarle lo contrario.
No razono, que igual me mentalizo.
Seremo libre en cuanto no nos lo planteemos.
Desempleo: no sé adónde iremos a parar. 
Me guardo mi opinión para que no se trivialice.
La sorpresa mira con recelo al estupor.
El tren llega tarde porque es lo que se espera.