Una ballena en Playa America

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DSCN2564.jpgEl animal marino que llegó a Praia América acabó ayer muriendo en la playa Ladeira de Baiona tras una complicada operación de rescate.
Una ballena enferma llegó ayer a Praia América para dejarse morir, pero el calvario que pasó durante su rescate fue peor que su propia agonía. La operación se prolongó durante tres interminables horas y en la misma se utilizaron dos camiones, que quedaron varados en la arena, y tres tractores. Se movilizaron los miembros de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (CEMMA), la Guardia Civil, el Seprona, el Grupo de Intervención Rápida de Nigrán, Protección Civil, trabajadores municipales, empresarios y pescadores de Panxón.

El cetáceo fue devuelto al mar después de mucho trabajo, pero horas después volvió a aparecer varado, esta vez en la playa Ladeira de Baiona, donde acabó muriéndo debido a su extrema debilidad.

El animal era un caldeirón común ( Globicephala melas ) de cuatro metros y medio de largo y una tonelada de peso aproximado. Fue descubierto a primera hora por uno de los muchos vecinos que acostumbran a pasear cada mañana por los arenales de Praia América. Biólogos del CEMMA acudieron inmediatamente al lugar y el Ayuntamiento de Nigrán prestó un camión con grúa para poder trasladar el cetáceo.

Mal estado

El cachalote presentaba numerosas heridas y magulladoras por haberse golpeado contra las rocas durante su viaje a la deriva. Los especialistas optaron por trasladarlo hasta el puerto de Panxón, a dos kilómetros de distancia, para desde allí poder devolverlo al mar, puesto que en la zona donde apareció había mucho oleaje.

Pero la suerte no estaba de su lado. El vehículo se estropeó y se quedó clavado en la arena mientras la marea estaba subiendo.

Se emplearon dos tractores para mover el camión con la ballena, pero apenas pudo desplazarse unos pocos metros, ante la mirada de decenas de curiosos. Con la ayuda de otro tractor más potente, perteneciente a una empresa de Camos, el caldeirón pudo ser trasladado finalmente al puerto de Panxón, donde la expectación fue aún mayor porque coincidió con la hora de salida de los alumnos de un colegio. Habían pasado tres horas desde que comenzó el rescate.

En Panxón, unos pescadores cedieron una embarcación para que los biólogos del CEMMA pudieran dirigir a la ballena mar adentro, para lo que también contaron con la colaboración del equipo de submarinistas del Grupo de Intervención Rápida de Nigrán. Querían que la ballena volviera a orientarse y regresara a su hábitat natural para morir en alta mar.

Pero los esfuerzos fueron inútiles, dado que a las pocas horas el animal volvió a aparecer varado en Baiona, a la altura del cámping de la playa Ladeira, donde terminó su agonía. Allí fue necesario emplear otro tractor para sacarlo del agua.

Sacrificio

Finalmente, habiendo informado a la Consellería de Medio Ambiente, se optó por acabar con el sufrimiento del animal sacrificándolo con una inyección letal.

Este cetáceo es uno de los 200 que anualmente acaban varados en las costas de Galicia, si bien no suele ser habitual que aparezcan vivos como ayer. Este caso puso en evidencia la falta de medios de la Xunta de Galicia para actuar ante este tipo de incidentes y que obliga a los Ayuntamientos a improvisar soluciones.

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